Ana Buljubasich, presentadora, productora y gestora de contenido, falleció este martes en Guayaquil a los 66 años debido a un paro cardíaco. Su presencia cercana y su compromiso con la comunicación familiar marcaron a miles de televidentes por más de tres décadas.
De Argentina a Ecuador: un viaje que cambió su vida
Nacida el 6 de enero de 1959 en Argentina, Ana llegó a Ecuador en 1971, donde formó su hogar y desarrolló su carrera. Comenzó su camino profesional en los medios en 1985 en el programa “Quién Sabe, Sabe” de Gamavisión. Más adelante, se incorporó a TC Televisión, canal en el que se mantuvo por más de 30 años, tanto frente a cámaras como detrás de ellas.
“De casa en casa”: una ventana a la familia ecuatoriana
Ana fue la mente creativa y presentadora del matinal “De casa en casa”, un espacio que acompañó durante años a los hogares ecuatorianos con información útil, historias humanas y entretenimiento. Su estilo sencillo y directo, alejado de los excesos del espectáculo, generó una conexión genuina con la audiencia.
A lo largo de su carrera, también asumió cargos de dirección, como la Gerencia Nacional de Producción, donde impulsó formatos de televisión pensados para unir a las familias frente a la pantalla.
Una despedida voluntaria y en paz
En enero de 2022, Ana decidió retirarse de la televisión y lo hizo en el mismo set donde pasó gran parte de su vida profesional. Coincidiendo con su cumpleaños número 63, dijo adiós con serenidad y gratitud, rodeada de sus compañeros de canal y su familia. Aunque se alejó de los medios tradicionales, seguía conectada con su audiencia a través de redes sociales y colaboraciones puntuales.
Más allá de la pantalla: madre, esposa y guía
Ana estaba casada con el músico Nerio David Pérez y fue madre de tres hijos, entre ellos la cantante y actriz Ana Paula Pérez, radicada en Argentina. Siempre mostró un profundo orgullo por su familia, y en sus últimos años se dedicó plenamente a disfrutar de su rol de madre y abuela.
Un corazón que dejó huella
Su fallecimiento ha causado conmoción en el mundo de la televisión y entre sus seguidores, quienes la recuerdan por su calidez, su ética de trabajo y su forma de comunicar sin artificios. Ana fue una mujer que apostó por la autenticidad, que trabajó incansablemente por mostrar una televisión útil, humana y cercana.
Su voz, sus palabras y su sonrisa quedarán grabadas en la memoria de quienes crecieron viéndola cada mañana.