El 12 de enero de 2025, a las 21:20, un sismo de magnitud 5,7 sacudió Guayaquil y sus alrededores, siendo percibido en un total de 15 de las 24 provincias del Ecuador. Según el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional, el epicentro se ubicó a solo 4,63 km de Durán. La Secretaría de Gestión de Riesgos indicó que el temblor fue moderado en cantones de Guayas, Los Ríos y Bolívar, y leve en provincias como El Oro, Azuay, Cañar, Chimborazo, Morona Santiago, Santa Elena, Pichincha y Santo Domingo. Ciudades como Quito, Cuenca, Riobamba y Manta reportaron el movimiento con menor intensidad. Afortunadamente, no se han registrado daños materiales graves ni heridos, mientras las autoridades continúan evaluando posibles afectaciones. Este evento sísmico ha reavivado una creencia popular transmitida de generación en generación: la idea de que los temblores están vinculados a cambios climáticos.
¿Es cierto que los sismos están relacionados con el clima?
Durante años, nuestros abuelos y muchas personas mayores en Ecuador nos han contado que los temblores suelen ser un presagio de alteraciones en el clima, como lluvias intensas o cambios drásticos en las temperaturas. Sin embargo, ¿qué tan cierto es esto?
A pesar de que la idea persiste en la cultura popular, no existe evidencia científica que respalde esta teoría. Los expertos coinciden en que los sismos no están relacionados con el clima, sino que son causados por el movimiento de las placas tectónicas. Así lo afirma el Instituto Oceanográfico de la Armada (Inocar), que ha dejado claro en varias ocasiones que las condiciones atmosféricas no influyen en la ocurrencia de terremotos y temblores.
¿Qué causa los temblores?
El clima y los movimientos sísmicos son fenómenos naturales, pero sus causas son completamente distintas. Los temblores ocurren cuando las placas tectónicas se desplazan bajo la superficie de la Tierra, liberando energía en forma de ondas sísmicas. Por otro lado, el clima se refiere a las condiciones atmosféricas que afectan la temperatura, la humedad y otros factores, pero no tienen ninguna relación directa con la actividad sísmica.
Además, es importante recordar que Ecuador forma parte del Cinturón de Fuego del Pacífico, una zona geológicamente activa que se caracteriza por una alta frecuencia de sismos y actividad volcánica debido al movimiento de las placas tectónicas. Esta región es una de las más sísmicamente activas del planeta, por lo que no es raro experimentar temblores a lo largo del año.
Cómo estar preparados ante un sismo
Si bien el folklore y las tradiciones locales a menudo se entrelazan con los fenómenos naturales, es importante comprender la ciencia detrás de estos eventos. En lugar de temer que un cambio climático sea el causante de un sismo, debemos centrarnos en la preparación y prevención para mitigar los efectos de los terremotos en nuestras comunidades.
Sugerencias para estar preparados ante un sismo:
- Haz simulacros en casa y en el trabajo: Realiza prácticas periódicas para que todos los miembros de tu familia o compañeros de trabajo sepan cómo reaccionar en caso de un temblor.
- Identifica zonas de seguridad: En tu hogar o lugar de trabajo, ubica espacios seguros alejados de ventanas o objetos que puedan caer.
- Prepara un kit de emergencia: Ten a mano agua, alimentos no perecederos, linterna, pilas, botiquín de primeros auxilios, y documentos importantes en un lugar accesible.
- Conoce las rutas de evacuación: Familiarízate con las salidas de emergencia y los puntos de encuentro establecidos en tu comunidad o lugar de trabajo.
- Mantente informado: Escucha las recomendaciones de las autoridades locales y sigue los informes sísmicos a través de páginas oficiales y fuentes confiables
- No subestimes las réplicas: Después de un sismo grande, puede haber réplicas. Mantén la calma y sigue las mismas precauciones.
Los temblores son eventos naturales causados por el movimiento de las placas tectónicas y no tienen relación directa con el clima. Ecuador, al estar en el Cinturón de Fuego del Pacífico, está propenso a sufrir sismos con mayor frecuencia. Lo más importante es mantener la calma, informarse adecuadamente y prepararse ante cualquier eventualidad.
Recuerda: la prevención es la clave para mitigar los efectos de un sismo. ¡Mantente alerta y preparado!
Nota: Imagen de portada cortesía del Instituto Geofísico del Ecuador.
